jueves, 24 de enero de 2013

Escape

De repente los golpes en la puerta, el ácido subiendo por mi laringe, el mundo arranca, se mueve a trompicones, me golpeo contra las paredes, todos hablan, miles de voces, cientos de lenguajes.
Debo moverme, debo huir. ¿Tengo el pasaporte?
Es el monstruo del karma que por fin se ha reunido con el dios de los hombres y van a devolverme lo que me han quitado.
Oigo cadenas, siguen las voces, se repiten en infinitos ecos, mis entrañas son un puño. Todo bulle, no tengo maleta, ni mochila y hay que salir pitando.
Oigo a mi padre a mi madre diciendo ¡Vete! no mires atrás. A mi amigo del alma, mi amiga de la juventud ¡Huye!.
Debo seguir el rumbo, es ahora o nunca, quiero salir, solo me llevaré conmigo el odio, por si acaso, es bueno viajar con veneno.
Pero las cadenas, las cadenas no son miedo, las cadenas no son bienes, las cadenas que me atenazan por dentro...
las cadenas...
...las cadenas eres tú.



Lunes 21 Enero 2013